Por un lado, porque es escrito por un autor latinoamericano, y esto le imprime a la obra la criticidad de estas latitudes y aporta comparaciones con casos y ejemplos colombianos, útiles a quienes estudiamos esta ciencia en estos espacios, y por otro, por cuanto aporta un enfoque critico de las diferentes escuelas o doctrinas administrativas, con un lenguaje rico en experiencia y sobre todo, desde diferentes visiones, cerrando con la propia del autor, que como ya mencioné, tiene la experiencia latinoamericana empresarial.
El libro está compuesto por ocho capítulos, en los cuales encontramos un enfoque critico a los principales teóricos de la administración, iniciando con Taylor, Fayol (cada uno en un espacio diferente) y al respecto, reseña la critica de autores como James, Mauszelis, Perrow, Mcgregor, Kliksberg, Braverman, Mouzelis, Simon y Lenin, en relación a cada una de las teórias y aportes de estos autores.
Así mismo, presenta la teoría de la escuela burocrática, de las relaciones humanas, de la organización sistémica y de la organización contingente, cerrando con un capítulo destinado a las nociones y naturalezas de la administración en donde resume las concepciones antes analizadas por él, y donde presenta una critica a la manera de estudiar la administración en latinoamericana y específicamente en Colombia, destacando que la realidad Norteamericana dista de la nuestra en perspectiva.
Sin embargo, no les resta importancia a dichos estudios, alegando la necesidad de conocer los preceptos para construir el nuestro, entendiendo que “el administrador no solo debe hacer que las cosas funcionen, y lograr resultados, sino que tiene la responsabilidad social de preguntarse cómo se encuadra y repercute su acción en la sociedad de no es armónica y feliz, sino conflictiva y tensa; y no comenzó ayer sino que tiene vieja data” (p.300) por lo que, para la administración latinoamericana se debe tener muy en cuenta la aplicabilidad de estas teorías, debido a que nuestra gerencia se da en circunstancias diferentes, en un medio cultural distinto.
En el caso particular de Venezuela, resulta interesante conocer estas concepciones, y compararlas con el pensamiento marxista sobre las organizaciones y como podemos administrar las empresas de producción social propuestas en el proyecto político actual, por el que nos lleva el actual gobierno. Esto, sin ánimos de ofrecer una postura política o ideológica, sino con la intención de dar una respuesta a una realidad latente en nuestro país y Carlos Dávila, nos acerca a la realidad latinoamericana en relación a las teorías administrativas.
Finalmente, el libro cierra con un resumen y nueve preguntas de análisis, de las cuales me atrevo a responder la nro dos, en donde el autor pregunta ¿Que enfoque administrativo que ud conozca no está considerado en este capítulo? Al respecto considero que en el esquema presentado sobre ¿Administración, Pluralidad de concepciones o un solo concepto “verdadero”? es necesario incorporar el pensamiento de Mary Parker Follett, (ausente en todo el texto), en cual recoge aportes en aspectos como: la administración como profesión, el sujeto de la administración, la institución, la toma de decisiones, la ideolología gerencial, el control y sobre todo, en un aspecto no mencionado en el esquema: “poder y la creatividad”. Lo cual desarrollaré en mi construcción teórica, para la tesis doctoral.
2 comentarios:
jajaja no tiene ni uno cuales va a borrar jajaja
jajaja yo sé
Publicar un comentario
Que tal, soy Gloria Carrasco, autora de este blog. He habilitado la moderación de comentarios para mantener el nivel en el contenido. Déjame tu comentario y en pocas horas aparecerá publicado.
De antemano, gracias por leer y comentar. Saludos.