Esta blog es mi parlante entre el mundo, mi voz en letras, mi sentir en palabras y mi vida en digital.

Vigilar y Castigar

Ver las maneras de castigo a lo largo de la historia, para entender el origen de esta práctica, fue la forma que Michel Foucault encontró para explicar el origen de las prisiones, el castigo y la disciplina.

Siguiendo con la fiesta del libro, le corresponde a Vigilar y Castigar, que por cierto, es un libro que me costó encontrar. Lo compré en Mérida en la Librería Temas a un módico costo de Bs.220. Pero para quienes estén interesados, les cuento que estuvo en la FILVEN en Bs. 80 y que según los vendedores de la Editorial Siglo XXI, se encuentran en la Librería del Sur del Teresa Carreño. Así como esa encontré varías sorpresas en FILVEN, muchas obras que no había podido comprar las adquirí, pero no dejo de lamentarme haber dado más del 300% por algunos libros como este.

En cuanto al libro, este autor, tuvo la posibilidad de describir las estructuras subyacentes que determinan el modo de percibir y pensar los objetos, que según su criterio aparecen en la historia de forma discontinua (cortes epistemológicos). En vigilar y castigar, el autor hiciera lo mismo con las manera de percibir el poder, la fuerza, la disciplina y con ellas el castigo.

Pero entender que el castigo es la negación del hombre, percibido éste (el castigo) desde la cárcel, las leyes, la escuela, los hospitales y la vida en general, por igual, no es el común denominador. Todos estamos acostumbrados a la disciplina y al castigo cuando ésta no se cumple. Incluso, nos llegamos a creer merecedores del castigo cuando logramos entender que estamos faltando a los órdenes disciplinarios.

En vigilar y Castigar, el autor presenta una alegoría que inicia desde el suplicio al que eran sometidos los condenados en la edad media, que involucraban el cuerpo como lugar común para su ejecución, incluyendo desde la eliminación de una parte del cuerpo hasta la muerte.
En ese suplicio, además de estar incluido el cuerpo, estaba incluido también el miedo. Para lo que era necesario hacer del suplicio un acto público capaz de demostrarle a todo un colectivo, las consecuencias de sus actos. Convirtiendo al suplicio en un ritual político, una ceremonia de poder.

El castigo por su parte, proviene de esos suplicios medievales, que se han ido transformando en penas para los condenados, quienes no sufren ahora los avatares del suplicio, pero encuentran en ellas todas las formas de poder que en el suplicio también se encontraban. El castigo al igual que el suplicio impide nuevos delitos, por lo que de la economía del castigo dependen nuevas prácticas delictivas, asumiendo que, se debe castigar lo bastante como para impedir.

Por otra parte, se puede entender en la práctica de las penas, que el menos interesante es el culpable, siempre y cuando el delito tenga castigo. “La multa no es temible para el rico, ni la infamia para quien ya ha estado expuesto a la vergüenza”. Haciendo que la pena convierta al culpable en un blanco del castigo, pero no de la prevención del delito.

En cuanto a la disciplina, ésta se nutre del castigo, así como el castigo de las penas y las penas del cuerpo. Entre tanto, disciplina, castigo, penas y suplicio, ejercen su función a través del cuerpo. La disciplina hace del cuerpo una actitud, una capacidad. Lo coapta y lo domina.

La disciplina por su parte, está presente en todos los espacios de nuestra vida. Una buena letra, por ejemplo es muestra de la disciplina del cuerpo, no solo de la mano, sino del cuerpo que sabe la posición de tomar el lápiz, sentarse y obedecer a las maneras aceptadas de escribir. Por lo que la disciplina no está presente solo en los cuerpos militares, sino que forma parte de todo un reglamento funcional de la sociedad, que ha sido perfectamente imitado, desde lo impuesto por la iglesia católica, a los entes gubernamentales, privados, las escuelas e incluso los hospitales.
Pero la disciplinan necesita vigilancia para poder ejercer su espacio. La vigilancia por su parte, no es tan antigua como el suplicio, pero éste, fue sustituido para darle paso a la correcta vigilancia de los detenidos y castigados con la prohibición de la voluntad (encerrar el cuerpo). La vigilancia entre tanto, es la garantía del cumplimiento disciplinario. Horas de levantarse de los conventos, hora de visita en los hospitales, hora de comer en la cárcel e incluso hora del recreo en la escuela. Si no hay quien vigile, no hay disciplina por cuanto la segunda, necesita de la primera y la vigilancia a su vez, necesita del castigo para su ejercicio.


De allí es de donde nace el panoptismo, una menara de vigilar que han adoptado las cárceles y las instituciones complejas, donde el vigilado sabe que lo están vigilando, pero no cuando. Haciéndolo así, mantener la disciplina y cuidarse del castigo.

Esta obra, representa un aporte importante a mi investigación relacionada con el liderazgo, debido a que el poder está estrechamente relacionado con las prácticas de los líderes, y por su parte, el poder se ejerce a través de la vigilancia, el castigo y el miedo. La filosofía humanista por su parte, está aportando nuevas visiones a las ciencias sociales, pero es necesaria una reflexión en torno a lo que es el poder y las maneras de ejercerlo.

Alegorías y Transfiguración. La Décima en Orígenes

Siguiendo con la fiesta del libro en Venezuela, reseño ahora el libro del escritor Cubano Ronel Gózales Sánchez, quien fue participante del taller de “Apreciación a la Literatura Femenina”, el pasado 4 de noviembre y tuvo a bien regalarme una de sus obras.

Ronel es escritor de ensayo, cuento y poesía, colaborador de misión cultura en el estado Portuguesa, ha publicada alrededor de 32 libros, y con tres años en Venezuela ha escrito algunos ensayos que están en espera de publicación.

En alegorías y Transfiguración. La Decima en Orígenes, Ronel se dedicó a estudiar la obra de los poetas cubanos, Lezama Lima, Cintio Vitier, Fina García Marruz, Eliseo Diego. Éstos escritores de de la revista Orígenes.

Ronel relaciona la poesía de estos autores con la vida en Cuba, sus implicaciones y el sentido de la cultura de su país. También asocia sus obras con otros escritores de la época, tomando en cuenta las coincidencias y consideraciones que en ellos se encuentra.

González Sánchez, demuestra en su texto conocer la poesía, la historia cubana en relación ésta, la su estructura e implicación en la construcción del futuro, la vida y la cotidianidad.

El ensayo de Ronel, presenta una mirada de la cultura cubana que –particularmente yo- desconocía. Mucho se dice de Cuba, sobre esta la isla caribeña se tejen historias de amor y dolor (siempre relacionándola con lo político) que solo adentrándose a su cotidianidad sería posible conocer.

No puedo asegurar que lo he logrado desde este ensayo, porque sería muy superficial de mi parte atreverme a tanto, pero agradezco la mirada que Ronel me presentó sobre la poesía y la escritura en Cuba. Desde el entendido que la poesía es universal y su lenguaje trasciende el tiempo, el espacio, la ideología y la cotidianidad.

Cuchillo

Desde hace 6 años, noviembre se ha convertido en el mes del libro en Venezuela, y la celebración de esta fiesta, se desarrolla con la Feria Internacional del Libro (FILVEN). A razón de ello, voy a dedicarme a publicar, el resumen de algunos libros que he leído y no había tenido tiempo de reseñar.

El primero de ellos, llamado Cuchillo, es un cuento escrito por Alberto José González, publicado por la Editorial La Espada Rota en la colección La Cola del Cometa.

Alberto, es Licencado en Letras de la UCV, creador de la cátedra libre de estudios de la “Anarquía” entre otras actividades filosóficas y académicas, a quien tuve el placer de gestionarle un curso de educación popular, bajo la modalidad en línea, con algunos encuentros presenciales.

Fue en uno de esos encuentros, que el autor tuvo a bien regalarme su publicación. La cual toca en la yaga de la problemática social de la delincuencia en Venezuela, con una mirada que permite desde la otredad, reconocer en el delito una fuerza consecuente de la realidad que se vive en el país.

Cuchillo es el apodo de un joven de 16 años que habitaba un barrio caraqueño, el cual fue encontrado muerto en la puerta de su casa, con 58 balazos. En el cuento cuchillo no puede hablar, porque -como dije- está muerto, pero hablan sus amigos, sus vecinos y su tía.

El occiso ha dejado dos niños huérfanos y una mujer embarazada, según su tía es un inocente más que muere, pero la forma en que fue asesinado parece indicar que se trata de un ajuste de cuentas. Tal vez, fue una banda que lo mató, tal vez la venganza ejercida por una victima de Cuchillo “asumiendo el supuesto negado de que haya sido un delincuente”, también puede haber sido un vecino que pagó para que lo mataran porque las culpas de todo lo que pasaba en el barrio parecía indicar que eran responsabilidad de cuchillo y la gente se sentía azotada o tal vez, un vecino que le robaron el carro pensó que fue Cuchillo.

El asunto es, que Alberto nos muestra una sociedad que hace justicia con sus propias manos, que mantiene códigos propios, capaz de vivir en una justicia paralela, que lejos de establecer un ordenamiento, se debate entre la impunidad y la venganza. Corriendo riesgos que atentan contra la vida, los derechos humanos y misma sobrevivencia.

Un amigo de cuchillo cuenta (en un lenguaje muy particular), como es la vida en el barrio, como crecen los jóvenes en un solo “pire”, pira pa allá y pire pa acá. Si se escuchan tiros, sales pirao, tocas el timbre de la vecina y te piras, todo un solo pire. Pero también cuenta como los confunden, porque en el barrio todos se parecen, o todos los que se parecen a cuchillo pasan por delincuentes, como si tener el cabello rapado, ser negro y adolescente fuera sinónimo de ser delincuente.

Pero a cuchillo lo criaron aparte de la realidad del barrio, su papá dice haberlo mantenido alejado de la delincuencia, lo mantenía encerrado en casa, le enseñaron a no buscar problemas y no entromparse con nadie a menos que fuera para defenderse. Por eso, la familia de cuchillo no puede creer que lo hayan matado de esa manera y no acepta que se diga que fue un ajuste de cuentas.

Cuchillo ya no puede defenderse, no puede aclarar todo lo que está en torno a su muerte, como tal vez tampoco pueden defenderse muchos acusados que aun estando vivos parecieran no tener derechos, en un estado paralelo que la desesperación lleva al colectivo a decidir, sin mirar a quien. Tal vez, lo que se dice de cuchillo era verdad, o como dice su tía es un inocente mas que muere.

Lo que Pasa

Lo que pasa …


Que si no puedo ir, te molestas
Que si te molestas, no me importa
Que si te contentas, me contento
Que si me llamas, te atiendo
Que si no llamas, no importa
Que si no te llamo, te molestas
Que si te molestas, no me importa
Que si te contentas, bien
Que si no, también

Que solo llamo cuando necesito
Que solo busco cuando me hace falta
Que como puedo pasar tanto tiempo sin verte
Que otra vez me reclamas
Que es más lo que peleas a lo que me amas

No se …
Si lo que pasa es que no te quiero
Si lo que pasa es que me cansas

No se …
Si es la costumbre
Si es la manía de la compañía
Si es el miedo a la soledad

No se ….
Si solo estoy contigo esperando al verdadero

No se…
Si lo que pasa es que me asfixias…

Apreciación a la Literatura Femenina

Los días 2, 3 y 4 de noviembre, la profesora Suellen Alejo y quien suscribe (Gloria Carrasco) administramos un taller de “Apreciación a la Literatura Femenina”. Reconozco que teniendo este medio de publicar y promocionar actividades académicas, fallé en no hacerlo con tiempo. Pero la dinámica de las actividades comunales, académicas, administrativas y de investigación, (sin hablar de los viajes) me hace mantenerme alejada de este espacio de escritura que tanto quiero.

Pero a lo hecho…. No me queda más que hablar de la experiencia, y de lo significativo del evento.

Por una parte, estoy comenzando a consolidar la creación del “Centro de Estudios de la Mujer de la UNESR”, al tiempo que creamos la “Cátedra Libre de Estudios de Género en el núcleo Araure” el primero como resultado de una investigación acción, en la comunidad “El Limoncito” y el segundo atendiendo a decisiones de Consejo Directivo de la UNESR.

En cuanto al taller, contamos con la presencia de las participantes y facilitadoras del curso de “Feminismo” administrado por el Ministerio del Poder Popular Para la Mujer e Igualdad de Género, miembros de la comunidad, e invitados de la Misión Cultura. Nos acompañaron poetas, escritores, y artistas de los diferentes movimiento culturales.

El contenido del taller estuvo centrado en reflexiones e interrogantes sobre la existencia de una literatura femenina, feminista o escrita por mujeres. Inspirándonos en escritoras latinoamericanas y llevando a los asistentes a conocer la participación de la mujer en la literatura, primeras mujeres escritoras, y biografías de mujeres que de alguna manera marcaron una huella en la construcción del feminismo. Desde la filosofía hasta la literatura, poesía y relatos.

Mi participación estuvo centrada en el feminismo, definiciones, historia, evolución y nuevas corrientes, así como el aporte de la mujer en la construcción filosófica contemporánea y el pensamiento adelantado de las filosofas en la historia, sin dejar de destacar el silenciamiento de éstas en la filosofía.
Sueellen nos deleitó con la presentación de la literatura escrita por mujeres, nos presentó fragmentos literarios, reconocimos posibles diferencias entre literatura femenina, feminista y escrita por mujeres.

Es de destacar que a pesar de la formación de Sueellen en Letras, y de reconocer que los especialistas señalen que no existe una diferenciación en la literatura diversa a la “buena o la mala Literatura” podemos hablar de una “literatura femenina” y una “literatura masculina” por lo que se refiere, no a los autores/as que la practican, sino a sus contenidos, así como una literatura feminista, cuando sus contenidos atienden a problemáticas de igualdad. Destacando también las hegemonías que la masculinidad poseen en la crítica y en la construcción de la literatura.

Tres días de trabajo no fueron suficientes para agotar el tema, sin hablar del tiempo que nos faltó para deleitarnos con lecturas que transpiran aroma a guayaba madura, que erizan la piel y que nos hacen levitar de placer.

Estaremos repitiendo la experiencia y prometo avisar con tiempo para invitar por esta vía.