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La Pasión del Tenis

Cansada ...

Hace días leí un correo que se llama, “Búscate un Amante”, lo más seguro es que si ese correo con ese titulo me llegaba hace tres meses yo ni siquiera lo hubiese abierto, pero en vista de mi soledad forzada, le di clic.

Afortunadamente no se trataba de consejos para seducir a un amante, (cosa que necesito aprender) como en un principio pensé, pero si se trataba de la pasión de la vida y afortunadamente fue así, debido a que en momentos de debilidad como los que yo he pasado un mal consejo puede ser fatal.

Resulta que el correo escrito por un Psiquiatra (supuestamente), dice que la gente sufre de depresión debido a que no tienen un amante, algo que los apasione, algo que los llene completamente, y les haga drenar las energías internas. También dice, que un amante no puede ser otra persona, porque esa persona puede morir, puede decidir no seguir contigo, se puede mudar de ciudad, puede irse con otra persona o simplemente esa persona tiene vida propia, y tu no podrás nunca decidir sobre ella.

En fin, un amante puede ser la lectura, el deporte, el trabajo comunitario, el cine, la televisión, cualquier cosa que te apasione, pero que te llene, que te haga feliz por lo que tu mismo hagas de esa pasión y no puede depender nunca de los demás.

Para cualquiera hubiese podido ser fácil pensar que yo iba a salir de mi depresión leyendo y estudiando, porque eso es algo que me ha apasionado siempre. Pero resulta que yo convertí a otra persona en mi pasión y todas mis pasiones (leer, estudiar, investigar) las compartía con él y por eso tal vez, ni siquiera la lectura me sacaba de mi estado de ánimo, a pesar de que no he dejado ninguna actividad, que los médicos a los que he ido me han preguntado si quiero reposo y he decidido no tomarlos, los pensamientos están siempre allí, en el problema. En mi falta de pasión.

Hoy, en una práctica de tenis, un entrenador que se autonombró mi profesor (cosa que le agradezco en el alma), me fue hablando del tenis de lo bien que le hará a mi cuerpo, a mi alma y a mi espíritu y por un momento nombró la frase mágica “La Pasión del Tenis” frase que me hizo recordar el correo y ver en una pantalla los últimos tres meses de mi vida.

En efecto mis estudios doctorales son uno de mis amantes, ellos me mantienen en Caracas por tiempo definido, pero el tenis me ha hecho drenar, me ha dejado más cansada que una noche de amor, me ha hecho darme cuenta que he pasado la vida equivocada, metida en lugares oscuros alimentando solo mi intelecto, pero castigando mi cuerpo en la monotonía propia de los intelectuales y perdiéndome de la adrenalina que deja ganar, respirar aire puro, sudar bajo la luz del sol, escuchar los pajaritos que muy temprano en la mañana se esconden en los arboles, que están alrededor de la cancha, sentir la naturaleza, sentir como el aire te hace falta en los pulmones, como el cuerpo se acostumbra a los movimientos y como puede cada vez dar mas y mas para superarse a él mismo.

El tenis me ha hecho levantar un sábado y domingo a las 7 de la mañana, mientras que mi horario de despertarme en esos días eran las 10:00, por ponerlo temprano. Me ha hecho pasar 5 horas en una cancha, cosa que yo consideraba una pérdida de tiempo, está cambiando mis hábitos de vida, mis maneras de pensar, de asumir la salud e incluso de ver a los deportistas.

Cuando dije al principio que todos los caminos te conducen a roma, también estaba pensando que cuando quieres ser un ser humano completo, pleno de mente, alma y cuerpo, no solo basta con leer mucho, ni llenarte de espiritualidad, también debes querer a tu cuerpo, alimentarlo, rejuvenecerlo, consentirlo, y el deporte forma parte de ese buen trato que nuestro cuerpo lo necesita.

Cuando inicié mis entrenamientos de tenis, lo hice con plena conciencia de que estaba seleccionando el mejor deporte para la condición física, debido a que (como hago todo) lo sometí a un proceso investigativo previo de cuál era el mejor deporte para ejercitar todo el cuerpo. El resultado fue el tenis, pero ahora, la pasión del tenis me está absorbiendo y necesito mas, necesito hacer pesas para tener las condiciones de un golpe contundente, necesito nadar para tener resistencia y respiración adecuada, necesito escalar para que las piernas tengan la estabilidad que requiere la dinámica del juego. Todos los caminos me llevan a roma, yo que he odiado los gimnasios porque no me llevo bien con el narcisismo que allí se produce, yo que prefiero no meterme en una piscina porque el cloro maltrata el cabello, ahora estoy haciendo planes, buscando horas del día que poder tener las condiciones que mi tenis necesita.

Tal como cuando estuve enamorada, dispuesta a dar todo por la otra persona, dispuesta a dejar todo (como lo dejé), mi nuevo amante me está haciendo ver la vida diferente, sentir cosas diferentes, me ha hecho cambiar de parecer sin obligarme, sin dejarme perder, me consciente, me exige cada vez, pero para darme, para hacerme sentir la verdadera adrenalina de ser yo misma, de saber a dónde puedo llegar, a donde me puedo llevar yo misma.

Hoy mientras daba mi decima vuelta trotando en la cancha, pensaba, “32 años en los que nunca había hecho esto” tuve que tardar 32 años para darme cuenta que la condición física está mas allá de un cuerpo bonito, años en los que a esta hora (7:40am) el sueño mañanero me debilitaba y restaba juventud a un cuerpo privilegiado en lo estético, pero desgastado por mí misma. Nunca es tarde para la primera vez, y la pasión del tenis está tocando mi corazón, mi cerebro y mi espíritu, el primero, endurecido por el sufrimiento, el segundo influenciado por lo que ha creído y estudiado durante toda la vida y el tercero, carente de fe en mi misma.

Tal vez, la pasión no está en el tenis, tal vez la pasión está en mi, pero por primera vez en mi vida se la estoy inyectando a un deporte y no a una persona (qué demás está decir que puede ser una ingrata egoísta), pero estoy dispuesta a dedicarle más tiempo a mi nueva pasión, así como cuando trabajas todo el día y no tienes tiempo para ver a tu novio y te inventas una llamada, un correito, un mensaje bello; ahora para dar la talla, tengo que comprarme unas pesas y hacerlas antes de dormir o madrugar para levantarlas, me iré a nadar de noche, algo tengo que hacer para multiplicar el tiempo y seguirme enamorando de mi nuevo amante. Que a pesar de ser el deporte más completo que pueda hacer, necesita refuerzos, tanto como los que necesita el amor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gloria, me he sentido tan reflejada en tus palabras que no he podido reprimir el impulso de escribir. Con 39 años, yo tambien he encontrado en el tenis al mejor amante, verdaderamente me apasiona. El veneno del tenis tambien me ha tocado hondo, y creo que esta cambiando mi forma de entender la vida. Me ayuda a conocerme a mi misma y me inyecta grandes dosis de confianza.

Anónimo dijo...

Tomare su ejemplo y luego les cuento jajajaja

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