Esta blog es mi parlante entre el mundo, mi voz en letras, mi sentir en palabras y mi vida en digital.

Mujer Invisible

Mujer Invisible

Una mujer invisible habita dentro de mí
Una mujer que no se ve
Que nadie [nunca] ha visto

Ella, quiere salir
Lo hace
Pero, no la pueden ver
Baila, camina, hace muecas
Pero nada de lo que haga,
Es visible.

La mujer que soy
La tiene atrapada
Lo que soy por fuera
La hace cada vez más invisible
Completamente transparente
Imperceptible al ojo humano

Cuando ella se sienta vista por ti
Se quedará contigo
Pero si sigues viendo a la otra
Estarás lejos de ver a la verdadera mujer
Y seguirás lejos de que la mujer que ves, te ame.

Mi papá es Abogado


Hay personas, que la vida no se les hace fácil. Personas que nacen con un destino, que podría decirse que está marcado, por la pobreza, la miseria y con ello vienen muchas decadencias sumadas.

Cuando se es pobre, todo lo que ves alrededor es pobreza, miseria, delincuencia, prostitución, hambre, sobre todo eso, hambre.

Bien decía Simón Rodríguez, “el que nada tiene cualquiera lo compra y el que nada sabe, cualquiera lo engaña”.

Mi papá, ha podido ser un hombre de esos que cualquiera ha podido comprar, pero no sé cómo, desarrolló una suerte de conocimientos que nadie lo ha podido engañar.

El destino, las causalidades, la suerte, los karmas de la vida pasada, no sé qué: lo hicieron nacer en el seno de una familia desartuculada, pobre por demás, que desde muy niño, lo obligaron a trabajar y llevar golpes, de su madre, de la gente, pero los más duros, fueron los de la vida misma.

Vivió de casa en casa, de amigo en amigo, de familia en familia, pero también de piso en piso, calle en calle. Para sobre vivir.

No me imagino cómo, aprendió a leer, no sé cuando fue a la escuela, porque nunca tuvo quien se dedicar a él, o tal vez sí, pero él habla poco de eso. Siempre supe que había llegado hasta 6to grado, y que trabaja desde que era niño, que vendía cosas en los semáforos, que fue vigilante, pero que lo que mejor se le ha dado es el comercio.

Tuve oportunidad de ver, como trabajaba de sol a sombra, viajaba vendiendo productos en su propia camioneta, llegaba a la casa de noche y bajaba la mercancía para que no se la robaran, en la mañana la subía de nuevo y se iba hasta la noche nuevamente, cuando el llegaba y estábamos despiertos, nos tocaba ayudarlo, y nos quejábamos. Muchas veces me hice a la dormida para no ayudarlo, muchas veces lloré porque me despertaba temprano un fin de semana para que lo ayudáramos en sus inventos.

Hacía paredes, arreglaba todo lo que se dañaba, trabajó con serigrafía, hacia productos químicos, champoo, jabón y pare de contar. Una vez, nos hizo un frasco de champoo verde que olía medio bien, pero que nos dejaba el cabello más duro que lavarlo con jabón azul. Mi hermana y yo botábamos el fulano champoo, pero no se terminaba nunca, y le suplicábamos a mi mamá que nos comprara un champoo bueno. Mi mamá le regalaba a mis tías, a las vecinas y el champoo era tan espeso que parecía no terminarse nunca. Creo que lo del champoo no era por ahorrar, porque ya cuando yo nací mi papá había superado la marginalidad y la pobreza, ganaba dinero, y tenía buenos gustos, para vestirse, para comer, no escatimaba gastos en comodidad, pero, le gustaba hacer las cosas con sus propias manos.

Parece difícil imaginarse de donde sabía hacer tantas cosas, pero quien haya visto la película “Quiero ser millonario” se lo puede imaginar. La calle, aunque daña a mucha gente, puede ser la mejor escuela que ser humano pueda tener. Sumado, a que mi papá le gusta leer.

Todos los días leía, además de su periódico, algún libro o revista temática, una de sus preferidas eran la “muy interesante”, nunca escatimó para gastar en libros o revistas. Así que, asumo que fue la lectura, sumada a su inteligencia y constancia, la que le hizo superar la pobreza en la que nació y vivió por mucho tiempo.

Cuando yo estaba muy pequeña, le dijo a mi hermano que tenía que ser médico y a mí que tenía que ser abogado. A esa edad, le dije que sí y por mucho tiempo lo seguía diciendo. Pero llegado el momento, con título de bachiller en mano, no quise estudiar derecho.

Un año después, mi hermano también bachiller, tampoco quiso estudiar derecho y en el mismo orden, la siguiente hermana que se graduó, tampoco aceptó su propuesta de irse a valencia, vivir en casa de un compadre de él y estudiar en la UC.

Un día, mi papá nos llego contando que se había inscrito a estudiar el bachillerato en un parasistema, yo jamás me imaginé, que lo hacía para luego estudiar derecho. De eso hacen algo más de 10 años, supongo que los estudios se le hicieron muy fáciles, es más, yo lo veo como un requisito que tuvo que cumplir, debido a que con su 6to grado, sabia de cualquier tema, es conocedor de la historia, política, filosofía, geografía, física, química y pare de contar.

El asunto es que para esta fecha, mi papá ha culminado sus estudios de derecho en la UNELLEZ, con 58 años, tiene proyectos de bufete, y sociedad con uno de mis hermanos menores que hace poco decidió estudiar derecho. Se quieren especializar en derecho mercantil y como toda su vida ha vivido del comercio, prestar servicios a la tanta gente que conoce.

Siempre he estado orgullosa de mis padres, ambos son personas honestas, dedicadas, inteligentes, divertidas, músicos, hedonistas, decididos, constantes y con esto, mi papá nos sigue enseñando que todo lo que se quiere, es posible. Con todas las cosas difíciles que le han tocado vivir, nunca lo he escuchado quejarse de su suerte, del destino, de la vida; se queja de todo, pero solo si lo puede cambiar. Recuerdo con orgullo, que cuando estaba en ese proceso de convencernos de que fuéramos abogados, nos decía: “en todas las familias tienes que haber un abogado”. Pues ya, la familia Carrasco Colmenarez tiene un abogado, espero solo necesitarlo para registrar propiedades, nada de conflictos, ni querellas.

Éxitos papachongo. Se te quiere.

Se busca un colegio

En este momento, entiendo por qué existen los colegios católicos, evangélicos, judíos, cristianos, internacionales, etc, etc.
Definitivamente es muy difícil tener un ideal determinado y que los hijos se encuentren en sus respectivos colegios con información completamente contradictoria a lo que los padres manejamos.
Yo hasta ahora, he pensado que mis hijos son libres, que como diría Heidegger son seres arrojados al mundo (como somos todos) y que ellos se construirán sus propias ideas en la medida que van creciendo.
Pero me rindo, tiro la toalla, no puedo con esto. Necesito adoctrinar a mis hijos como lo haría un evangélico, un judío o mejor, un cristiano a ultranza.
Son las 12:30 de la madrugada y mi hija anda para la Feria Internacional de Barquisimeto, viendo nada mas nada menos que al patán de Ricardo Arjona. ¿De qué me quejo si yo le di permiso?, y como no la dejaba ir, si la niña se llamó a todas sus primas cuadrando con quien ir, puso a su tía a hablar conmigo para explicarme que ella la llevaría y la esperaría, ni siquiera me pidió plata porque con lo que le regalaron en su cumpleaños tenía dinero para ir, me lo suplicó y me hizo mil promesas que dudo que pueda cumplir.
Tampoco estoy quejándome porque estoy preocupada por su seguridad, aunque entre esa cantidad de gente no es anormal un accidente (es estadísticamente posible), pero confiando en la tía de mi hija, espero que todo esté bien.
Lo que si me tiene estresada, es ver que mis hijos están creciendo y se están yendo por unas rutas diferentes a las que yo tomé en mi vida, hacen cosas, propias de su edad, pero que yo nunca hice, y de paso siempre he criticado.
Por ejemplo, ¿cómo le va a gustar Ricardo Arjona? Un pelele que no canta nada, que ha escrito 4 versos y los conjuga en todas las canciones en orden distinto, que de cada 3 canciones en 2 insulta a una mujer, que es arrogante y que usa la misma música para todas las canciones.
Para, contribuir en los gustos musicales de mis hijos, estoy decidida a inscribirlos en el conservatorio de música a ver si con eso, se dejan de estar escuchando locos que se la tiran de cantantes.
Pero con eso no acaba el problema, el cuento de los 15 años de mi hija apenas comienza, la niña se montó un cerebro de que los 15 son lo más importante en la vida de una mujer. Quería fiesta, zapatilla, vals, cortejo, show musical y no sé cuantas cosas más.
¿De dónde sacó todo eso?, de sus amiguitas del colegio. Que por supuesto sueñan lo mismo, a unas se les ha hecho realidad y otras están a punto de hacerlo cuando cumplan los anhelados 15.
Para mí, los 15 años son una imposición social, que de paso es tercermundista, muestra de nuestro atraso y falta de personalidad. Heredada de la época de la colonia, en la que a los 15 años se presentaban a las señoritas en sociedad, lista para comprometerlas con el mejor postor. Poco a poco, se ha ido adaptando, pero el efecto es el mismo, una necedad social para medir cualquier cantidad de cosas vánales.
A fin de cuentas, mi hija se tuvo que resignar que su mamá no se iba a montar en el autobús de la fiesta de 15, pero igualito me aplicó una guerra psicológica que consistía en recalcarme una vez al día que este años cumplía 15, y a pesar que yo le respondía que sí, que este año eran 15, que el año que viene serian 16 y luego 17 y así hasta alcánzame a mí; la niña insistía y me pedía todos los días un regalo diferente a cuenta de los fulanos 15.
Como un corderito, caí en la trampa, terminé regalándole cuanta cosa “necesitaba”, desde ropa, zapatos, computadora, juegos de video, celular con música, un viaje (que yo fui con ella), etc, etc, etc. Además de recalcarme lo tonta que soy, porque sus amigas se han comprados esas cosas, con la plata que les regalan en la fiesta. Como diciéndome, es lo mínimo que puedes hacer.
Para completar, la familia preguntándome ¿Qué le vas a hacer a la niña el día de su cumple?, hasta mi papá que de 4 hijas que tuvo a ninguna le celebró 15 años, me salió con la preguntica. Esa parte no la entendí nunca, porque mi papá antes no era así y para muestra que ni mis hermanas ni yo, en los 15 años tuvimos fiesta, ni la mitad de los regalos que tuvo mi hija. El asunto es, que tuve que acceder a hacerle una cena de cumpleaños, con la familia en un lugar apropiado para que no pasara (como decía mi hija) por debajo de la mesa.
Cosas como estas, son las que me hacen pensar en dominar los pensamientos de mis hijos, no dejarlos que se dejen llevar por imposiciones sociales producto de su entorno, y que si alguien los va a dominar que sea yo y no otro (el imperio mismo ja ja ja ).
Pero ¿en qué colegio los puedo inscribir? Yo necesitaría un colegio ateo, que les enseñen que Dios no existe mas que en la mente de la gente y que si existiera, no dominaría a la gente al antojo de una religión. Además de ateo, el colegio debería ser humanista, capaz de enseñarlos a valorar el sentido de la humanidad, de la convivencia social, de respeto por el prójimo y un poco de socialismo bien llevado. Finalmente, el colegio debería tener un poco de doctrina feminista, para que puedan diferenciar a un pelele, y a mi hijo a enseñarlo a ser un verdadero hombre y no un patán.
Todo esto, yo lo intento hacer desde la casa, pero cuando salen de mi burbuja, son seres arrojados al mundo, y toman de éste, lo que ven. Cuando prenden el televisor, ni hablar, y de paso, usan internet en un 50% para chismear con las redes sociales a las que pertenecen. Pareciera, que tienen libertad, pero en realidad se están dejando llevar como corderitos al matadero.
La verdad, que hoy me siento desalentada y menos que nunca creo en la libertad de pensamiento, por lo menos mis hijos necesitan que yo los adoctrine, porque veo mal que se conviertan en esclavos de los estereotipos que yo nunca he querido ser.
Tampoco creo que mis ideas sean las mejores, pero menos lo son las del cristiano o el testigo de Jehová (y ellos enseñan a sus hijos a que sean como ellos). Lo que sí creo es que se vive más feliz en familia, si todos van conducidos por las mismas riendas y estoy clara que esto es lo más dominante que he podido escribir en mi vida. Por lo que si llego a ser presidenta redacto mi propia LOE (ya con esto perdí todos los votos), porque como madre necesito que mis hijos piensen igual a mí. Me estresa que sea de otra manera.

¿Por qué la segunda guerra mundial?

Este es uno de esos post que ni yo misma entiendo. Mas que un planteamiento con algún sustento valido o por lo menos creíble para mí misma, es una duda que quiero compartir a ver si de la interrogante salen las luces para entender algunos comportamientos masculinos. Esto, no con la intención de entender a los hombres (ni remotamente), sino de seguir atando cabos para mi tesis doctoral, porque no puedo abordar temas de feminidad, dejando la masculinidad de lado.

El asunto es que, un maravilloso encuentro cercano del tercer tipo, con un viejo amigo, en el que los temas de conversación, volaron más que nuestras naves espaciales, hubo un comentario específico que me hizo despertar esta duda.

¿Por qué a los hombres les interesa tanto en la II guerra mundial?,

Mi extraterrestre amigo, es un tipo de esos difíciles de encontrar, tiene actitud de hippie (solo actitud), todo es paz y amor en su entorno, odia los conflictos y evita los problemas, incluso se parece al “Elegido” de la canción. Cuando hablamos de la Guerra, además de unos comentarios muy acertados, me dijo “a mí me apasiona la segunda guerra mundial, me gusta leer sobre eso”.

De momento, solo seguimos hablando del tema, y le comenté algunas cosas que he leído recientemente, entre las que está: Pelando la Cebolla y los orígenes del Totalitarismo.

Pero mi visión hacia la II Guerra Mundial, no es ni remotamente parecida a la de “El Elegido”, yo he estudiado la guerra prácticamente porque todos los caminos en la filosofía me conducen allí, y porque la historia de Europa se divide antes y después de la segunda Guerra Mundial. Y de más está decir que la filosofía ha tenido de alemanes y europeos un aporte muy significativo.

La lupa de mi tesis, ha entrado en la Guerra, buscando elementos sociales, tratando de comprender, justificando actitudes, entendiendo comportamientos y cambios sociales, relacionados con el hombre y la mujer. De donde se obtiene mucho.

Pero, repito, los caminos me conducen a la guerra y no soy yo la que los conduce.

Contrario a eso, mi mencionado amigo no es el único que he observado con este interés, solo que él fue el detonante a la interrogante. A ello se suma, conversaciones con algunos profesores, y la misma manifestación de interés por la guerra de algunos compañeros de trabajo y profesores del doctorado.

Por ejemplo un ingeniero que trabaja conmigo, en una actividad de lectura, estuvimos compartiendo sobre nuestros libros favoritos y luego de nombrarme algunos, me dijo que le gustaba leer novelas sobre la II Guerra Mundial, porque el tema le apasionaba. Así, como un admirado profesor, poeta y humanista por demás, que también se sumerge en esas lecturas y parte de lo que he leido del tema, han sido recomendaciones suyas.

Ahora, a la duda se le agrega otro supuesto. ¿Cómo hombres humanistas, pacíficos e incluso socialistas, se sienten apasionados por la guerra?, mientras que mis amistades femeninas, con las mismas características de intelectuales, humanistas, filosofas e historiadoras, no se muestran apegadas al tema.

Leyendo a Hanna Arendt, puedo entender en su pensamiento femenino que su visión está menos apegada al hecho de la guerra como tal, sino al entender social, al comportamiento de los grupos, del estado como ente y no como individuo. En efecto, Arendt fue una mujer interesada en el tema, no solo por ser historiadora, sino porque la vivió, y sus ensayos no solo muestra los orígenes de la guerra, sino que muestra el entendido social que en diferentes culturas se presentaba. Filosofando con ello, no desde el ser (individual), sino de los grupos.


En fin, voy a comenzar a abordar el tema con mujeres a ver qué obtengo, y si mis supuestos son validos, a pocas les interesará el punto.

Ya veré que hago con esta respuesta, pero de momento, creo que tiene que ver con mi estudiado “liderazgo femenino”. Creo que a las mujeres no nos gusta la guerra ni en los libros. Aunque escuché en una oportunidad, que todas las guerras han iniciado por una mujer.

Cuando no Eva!!!

Señales

Señales

Una mirada perdida
Un hasta mañana, frio
Hoy no
Me voy sin desayunar
Almorzamos mañana
Ve tu, yo te espero
Mañana si
Estoy cansado
No importa, quédate tu
Lo que tú digas
Como tú quieras
Tienes razón
Si, estas bella. Como respuesta a una pregunta
Una canción triste en repetir
Un teléfono repicando sin contestar
Un mensaje que da risa. Pero lo lees en privado
Una conversación en voz baja
Vamos en grupo en lugar de ir solos
Respuestas arrogantes
Burlas constantes


¿Cómo no me di cuenta?
Que eran señales de desamor
O de un amor que solo existió en mi mente

Adiós

Postrada en el silencio
No dices nada
Inmóvil e inánime
Te observo, te observo.

Quisiera eliminar este momento de mi recuerdo
Ya no puedo hacer Nada

Mi egoísmo por encima de todo
No se imagina lo que viene
Se rinde

Tanto tiempo sin vernos
Tanto que quedó por hablar
Y ahora
Ni siquiera vale la pena llevarte flores

Me encuentro aquí
Llorando

Debería pensar en nuestros momentos
Nuestros cafés y tus cigarros
El humo golpeándome en la cara
Y yo diciendo, no fumes.

Si estuviéramos en un café
Me fumaria el primer cigarro de mi vida
Para complacerte
Si me pudieras hablar
No te interrumpiría ni un momento
Como solía hacer en esos cafés

Ahora no se cómo dejar de mirarte
No se cómo despedirme
No se cómo recordarte

Si detrás de este espejo
O con tu cigarro y mi café

Quisiera como tú,
Creer que algún día nos veremos de nuevo

Pero ya vez
No creo ni en el cielo

Tu te vas,a no se donde
Y yo me quedo en este infierno
Adios amiga, Adios

Me pregunto

Me pregunto si habrás podido olvidar
Si los momentos que yo recuerdo, tú los recuerdas mas
Si , llego por las noches a tu cabeza a conversar


me pregunto si te ries de mí
si marcas mi numero y no te atreves a repicar
me pregunto si quedo algo por decir

me pregunto, si estarás pasando lo mismo que yo
me pregunto que hiciste el día del temblor

me pregunto si la lluvia, me pregunto si el calor
me pregunto por tu madre
me pregunto por que coño, no te olvido yo
Me pregunto, me pregunto… me pregunto
Ya sin miedo a la respuesta

Ninguna puede ser peor …

¿Se puede perder la Salud en un Hospital?

Desde la cadena presidencial en la que una camarada del proceso político venezolano, alzó su voz para pedir ayuda por su hermana, que en ese momento estaba en proceso de parto, se ha despertado un interés repentino de los medios, por televisar y reportar lo que pasa en los hospitales del país.

Y esto se debe a que la salud es un indicador importante en la gestión de cualquier gobierno, por ello, podemos ver medios satanizando lo que ocurre y otros alabando lo inalabable. Mientras, mujeres embarazadas o no, hombres y niños danzan de hospital en hospital, perdiendo lo más preciado que puede tener un ser humano: La salud o la misma vida.

El problema de los hospitales en Venezuela parece inagotable, por un lado se hacen esfuerzos con manos de seda y por otro se lanzan patadas a todo el sistema, como por ejemplo, construcción y ampliación de ambulatorios y hospitales, pero sin el reconocimiento y remuneración adecuada al personal médico o dotación de equipos, sin el debido entrenamiento y capacitación del personal, sin mencionar la incorporación de médicos cubanos en áreas que desconocen, o la inversión de recursos, sin el debido control y pare de contar caricias y patadas posibles.

Pero, el asunto es que, por mucho regaño que llevé el ministro de la salud, un venezolano cualquiera, que acude a un hospital por una fractura en la pierna, puede terminar, con problemas de tensión, enfermo de los nervios e incluso sin la respectiva pierna.

La víctima, que dejó de ser paciente el día que un Dr. Llamado José Gregorio Jiménez, en el Pastor Oropesa de Barquisimeto, le operó la pierna, colocándole (no se cuantos) clavos en la pierna, debido a que éste, se había caído mientas jugueteaba con su mascota; es mi ex-esposo y padre de mis hijos.

El pobre hombre, que dicho sea de paso no es santo de mi devoción, al que me unirá por siempre los hijos que acabo de mencionar y la magnífica relación con su familia, está en este momento debatiéndose contra la posibilidad de perder su pierna, o salvarla.

Debido a que, luego de que el mencionado doctor lo operara, ha vivido un calvario para todo lo que implica su recuperación, incluyendo las curas y la retirada de los puntos. Un asunto que parece insignificante, en el Pastor Oropesa puede ser una pesadilla, debido a que las victimas (digo los pacientes) de un médico, pasan a ser propiedad de ese médico y no podrán ser atendidos por otro médico de la misma especialidad. Ni siquiera en las condiciones de este ser humano, que a una semana de su operación, acude al centro hospitalario a que le hagan la cura respectiva y en lugar de ser atendido, es devuelto a su casa debido a que su médico (el que lo operó) está de reposo.

Allí comienzan las incongruencias, ¿Cómo es posible que por la simple razón de que un ser humano tuvo la suerte (o mala) de que lo opere un médico especifico, ya no podrá ser atendido por ningún otro médico en ese centro?. Como si hubiese con eso jurado amor eterno, o como si el médico lo hubiese comprado. No entiendo.

Una semana después, vuelve el susodicho al hospital y lo devuelven, sin siquiera mirarlo. Éste manifiesta sus dolencias, malestares y preocupación de tener todavía los puntos, y nuevamente lo mandan para su casa, debido a que el doctor al que él pertenece (digo, que lo operó), está de reposo.

Ya lleva entonces 15 días, después de una operación como esa, sin que ningún especialista lo revise y sin que nadie se preocupe por los dolores que manifestó tener. Y así pasaron unos cuantos días de un lado a otro y de arriba abajo (como el venezolano en Nueva York de Franco de Vita), hasta alcanzar, 30 días de operado, cuando otro médico del mismo hospital, que no lo podía atender porque pertenecía a José Gregorio (pero no el que hace milagros), le ordena a un enfermero que le quite los puntos, sin mirarle la pierna al personaje y pidiéndole que espere que “su”, médico regrese.

Por otra parte, el Che Goyo, que estaba de reposo, con todo el derecho que tenemos todos los seres humanos a estar de reposo, contradictoriamente se encontraba trabajando en una clínica de su propiedad, y no se de que manera, se comunica con los pacientes que operó; recomendándoles que vayan a su clínica, paguen Bsf 600,00 por las curas, debido a que en el hospital no se las puede hacer. Solo por el reposo, que eso quede claro.

Mas incongruencias. ¿Cómo es posible que una persona salga de reposo de un instituto público, pero sigue trabajando en un centro privado?, ¿Estaba o no estaba de reposo?, ¿no es estafar a la nación inventarse un reposo, mientras se está en condiciones de trabajar? Y lo peor de todo, ¿no es un negocio, operar de gratis en un hospital y después llevarse los pacientes a su clínica para el tratamiento post-operatorio?, ¿no hay complicidad de quienes no atienden a los pacientes de un médico especifico para mandarlos a la clínica?

El asunto es, que el padre de mis hijos, en su peladera de bo…tas, sin trabajar como estaba, debido a su reposo forzado, valga decir que es un humilde trabajador independiente que si no trabaja no gana ni medio, estaba imposibilitado de pagarle los seiscientos bolívares al Doctor, por lo que decidió esperar que éste, se incorporara , que lo atendiera otro médico después de tanto quejarse o perder la pierna.

Afortunadamente, ocurrió lo segundo, aunque lo tercero no está descartado, debido a que tiene una infección casi incontrolable en la pierna, y requiere de otra operación en la que le abrirán de nuevo la herida, y se determinará si se puede recuperar el daño, o en su defecto, se determinará si requiere otra operación en otro centro.

Dentro de todo, ha logrado que en el seguro social le den el tratamiento que tiene ya 15 días poniéndose, después de que el segundo médico lo atendió y se dio cuenta de la gravedad del paciente y que por cierto, cada inyección cuesta mil bolívares fuertes, y es una diaria.

Al respecto, no se que pensar, no quiero meter a los profesionales de la medicina en el mismo saco que el médico que operó al padre de mis hijos, porque en efecto, en toda mi vida y la de mis hijos he visto a muchos medico maravillosos, que nos ha diagnosticado y atendido a tiempo, para gozar la salud que en efecto tenemos, muchos de ellos, han sido pagos, otros en hospitales, pero eso si, responsables y enamorados de lo que hacen. Pero, ¿por qué permitir que pasen cosas como estas? Que un hombre joven, de 35 años, saludable, con 4 hijos que mantener (aunque con los míos se hace al loco), esté pasando por una situación como esta; asustado por su integridad, soportando unos dolores intolerables, arriesgando la normalidad de su vida, por una simple caída, producto de un jugueteo con un perro y que esta situación, dicho sea de paso, le afecto sus nervios, hasta el punto de volverse hipertenso. Y quién no.


Mientras tanto, su actual esposa está a cargo de los gastos, (esta mujer se merece el cielo), la madre y el padre hacen lo que pueden para ayudar, y se han declarado en manos de Dios, a quien no se cansan de pedirle por la recuperación de su hijo.

Por mi parte, no salgo de mi asombro, considero que no es justo que se haya llegado hasta este punto, y aunque nunca hablo con mi ex, y me entero por sus padres, me gustaría decirle que tenga tranquilidad, que confié en el nuevo médico que lo va a operar, y que ante todo, debe tener mente positiva, debido a que esas energías serán las que lo acompañaran en su sanación y solo eso (además de un bien medico y la buena atención postoperatoria), serán lo que le ayudaran a ser el hombre saludable y sano que siempre ha sido.

Por otra parte, que no se desgaste pensando en el otro médico, porque esas energías negativas hacen daño y lo que menos necesita es intoxicarse con sus propios odios. Las denuncias están hechas, y si los mismos colegas lo defienden y lo protegen, poco es lo que se pueda hacer para que profesionales como estos reciban un escarmiento y comiencen a cumplir con su verdadera labor ante la sociedad.

Por ahora, en lo único que se debe pensar es en la recuperación y la integridad física.

Aunque insisto, no se debe permitir que algo parecido le suceda a otro venezolano, que cualquiera de nosotros entre a un hospital sano y salga peor de lo que entró y que sea precisamente en un hospital, donde se pierda la preciada y merecida salud.