Esta blog es mi parlante entre el mundo, mi voz en letras, mi sentir en palabras y mi vida en digital.

Perro Viejo

Una de las motivaciones para postear nuevamente en el blog, fue Perro Viejo.

Se trata de la Novela premio “Casa de las Américas” de Teresa Cárdenas, una espectacular mujer que tuve la fortuna de conocer en la Habana el pasado mes de octubre.

Con un premio Casa de las Américas, Premio David y de la asociación hermanos Saíz, Teresa es una mujer sencilla, esplendida, agradable, comedida, y sobre todo sincera; tuvimos la oportunidad de compartir un día entero, fue mi guía turística en la Habana vieja y para rematar tantos agasajos tuvo a bien ponerme sus libros en las manos. Ahora que posteo sobre el libro, lamento sobremanera no tener una foto con ella, pero esa son las desventajas de ser la fotógrafa del grupo hay fotos de Teresa en mi cámara con sus niños, con Noelia (mi compañera de viaje) pero ninguna conmigo.

En cuanto a Perro Viejo, se trata de la vida de un anciano que como muchos negros del ingenio (lugar donde transcurre la historia) vivió condenado a la esclavitud.

Perro Viejo no recuerda desde cuando era esclavo, supone que desde el vientre de la madre y supone bien, porque los hijos de los esclavos están condenados, como condenadas están las mujeres a separarse de sus hijos.

Cuando se llevaron a la mamá de Eusebio, que fue el nombre que le dio el párroco al nacer, él que aun era un bebe quedo buscando el olor de la leche materna en todo y cuanto se le acercara, motivo éste que le causara gracia a su año y lo condenara a llevar por nombre Perro Viejo desde que era un bebe, entonces, al poco tiempo de nacido, ya cargaba Eusebio con el nombre del viejo que resulto ser, por eso tal vez antes de llegar a viejo, la muerte y el infierno le eran familiares, al punto se sentirse con los días contados y seguro de que había llegado al infierno antes de morir.

Y es que si algo tiene de aterrador el infierno, si es que existe después de la muerte, es el dolor, y de eso perro viejo tenía mucho; dolor en la pierna que arrastraba porque le pesaba como un saco de piedras, dolor en la espalda de tantos latigazos soportado, dolor en el cuerpo de tantos trabajos realizados desde no sabe cuándo, dolor en el alma de no reconocer el amor antes, antes de Beira.

El amor hacia Beira llego un día junto al olor del café y se materializo en el sabor y en las manos negras brillantes y suaves de la mujer, se fue alimentando en la valentía de ésta para rescatar a una niña que había llegado al Ingenio y se consumó en un acto de rebeldía reprimida por toda una vida, el día que con otros esclavos se fugaron hacia el monte en busca de la libertad.

Perro Viejo fue libre ese día, fue libre de la única manera posible de libertad para quien está condenado a la esclavitud. Fue libre del amo, libre de estar escondido, libre de escapar y libre de correr con el saco de piedras que llevaba en la pierna, libre de sí, de su propio miedo que lo mantuvo toda su vida del otro lado de la tranca del imperio,ignorando incluso el significado de la palabra montaña.

A Beira le aseguro esa noche que se iría con ella vivo o muerto y así fue como pudo escapar, con la segunda opción.

La historia se devela en un ir y venir temporal que hacen de la historia un juego con la vida de Perro Viejo. A su vez, cada parte va aumentando en intensidad desde sentir que te estás tomando una taza de café en la cocina de una finca fresca, bajo un cielo clarito con olor a leña, y que no te falte más que vida para vivirla. Luego se va recorriendo la ingratitud y la “mala suerte” de un negro al que la muerte le ha llevado todo cuanto bueno se pueda tener, hasta el ritmo acelerado de una carrera de negros que se escapan escuchando el ladrar de los perros guardianes, corriendo hacia lo que será otra carrera con la vida o la muerte.

Los personajes principales son Perro Viejo, Beira, Aisa, el mayoral, el amo, el párroco pero todos trascienden desde la vida de Perro Viejo, se presentan en capítulos separados en los que el lector debe ir hilando la vida del anciano esclavo.

Las características del protagonista lo hacen un personaje completamente verosímil. Su miedo, unido a la obediencia, resignación, espera, supervivencia y al mismo tiempo un odio reprimido que no se atreve ni a condenar la maldad de su amo de manera directa. Cosa que no hace siquiera el narrador omnisciente, el cual busca la manera de decir que el blanco es malo sin caer en los lugares comunes, el dolor y el sufrimiento.

Es una historia limpia, contada, de manera sencilla, sin redundar ni repetir, pero sin dejar escapar detalles. Sobre todo dejando mucho a la interpretación del lector, al que no se agobia con acciones de la represión y el látigo, pero se le muestran las marcas en la piel, que sin duda hacen de la novela de Teresa un encuentro con la herencia y nuestras raíces negras.

Cuando terminé la última página de la novela me quedé buscando la siguiente, necesitada de más Perro Viejo. Con deseos de revivirlo en una suerte de cielo en el que ya no fuera esclavo. Pero las buenas obras son así, te dejan el saborcito amargo del final y la muerte, que en este caso no es solo la muerte de Perro Viejo, sino la de un libro que no quieres que termine.

Teresa Cárdenas

Retomando

Nuevamente tomo lápiz y papel, pantalla y teclado para rescatar mi blog. No voy a mentir diciendo que tenía tiempo sin escribir, solo que los fines de las últimas líneas estaban comprometidos para otros espacios y, otras publicaciones de las que pronto podré hablar.

Hay mucho que contar, mucho que compartir y mucho que decir. Comenzaré por dos libros de reciente lectura que me resultaron un placer, tan sabroso como la taza de café que me acompaña en estas escasas líneas que escribo para justificar algunos meses de ausencia en este blog.

Espero contar siempre con seguidores, alguien que lea mis desesperadas líneas. Tan desesperadas ellas, como desesperada es la necesidad de compartir, de leer. Mis respetos a quienes nos transitamos en este país sin fronteras que es la web 2.0, nativos e inmigrantes de este mundo, bienvenidos nuevamente a mi blog.