Caracas Cruzada

Después de un año en mi biblioteca, llenando un espacio, como muchos libros que he comprado y no he tenido tiempo de leer, desempolvé el libro de Vicente Ulive-Shnell “Caracas Cruzada”.

Este libro me fue regalado por su propio autor, un día cualquiera que me encontraba en La Liberia del Sur del Teresa Carreño. Vicente, llevaba varios ejemplares de su obra y al notar mi curiosidad por saber de que se trataba el libro, me extendió un ejemplar, pero primero preguntando ¿lo leerás?, en efecto respondí que si, pero hasta la fecha, no lo había leído y precisamente lo tomé, debido a que en la semana de Literatura Urbana en Chacao, nos volvimos a ver, y lo reconocí cuando comenzamos a hablar de sus publicaciones.

De alguna manera, nos cruzamos por segunda vez en Caracas, y esta vez fuimos presentados por John Manuel Silva, quien me invitó La Semana de la Nueva Narrativa Urbana, que se realizó en el Centro Cultural Chacao. Nuestro encuentro no fue de ninguna manera perecido a los que ocurren en el libro, pero ¿Por qué no?, fue un cruce tal como los que estuvieron en la mente de Vicente cuando lo escribía; personas que no tienen nada que ver, se cruzan por alguna razón sin saber que relación o amigos en común tienen.

En cuanto a la historia, les advierto que hay varios spoilers, ésta se desenvuelve como en un pañuelo de 6 puntas, donde cinco personalidades diferentes se cruzan sin saber, sin conocerse, y sin tener aparentemente nada en común. Entre los personajes tenemos un Chofer de Autobus (Chuito), un Metrosexual y Modelo, (José Luis), una Sifrina (Julia), un Bisexual (Andres) y dos malandros, (Jimmy y Willy). El lenguaje de Vícente demostró aquí su riqueza, tuvo la capacidad de llevarme a escuchar el repugnante –para mi gusto- tono de hablar de un malandro y luego de hacerme imaginar la odiosa voz de un metrosexual, sex simbol, sin hablar de la particular manera de hablar de Julia, quien repetía reiteradas veces la palabra Xsamaaaa, pero al mismo tiempo, el rico vocabulario de Andrés y su psicólogo denotan la riqueza de lenguaje. Por su parte Chuito, también cuenta con un peculiar lenguaje propio de un taxista, y así mismo, nos pasea por los lugares que cada personaje frecuenta. Por ejemplo Chuito almorzaba en un lugar donde van muchos taxistas, Julia y sus amigas, frecuentaban ciertas discotecas de Caracas y Areperas en las Mercedes, mientras que José Luís, vivía en una zona privilegiada y cuidaba su burbuja y samurai, no dejándola en cualquier lugar.

La historia se desenvuelve por personajes y se logra entender el cruce, de los personajes solo al final, mientras que al principio, es una especie de varias novelas en una, porque cada uno tiene nada que ver con el otro, y se van cortando escenas sin que tenga algún sentido con lo que viene. Allí es donde está la genialidad de Víctor, al pensar en la trama y buscar la manera de relacionar a un bisexual con una sifirna, a dos malandros con un metrosexual y un taxista.

Cada uno con su lenguaje particular, con sus lugares y amigos, se cruzaron la misma noche, Julia se enamora sola de José Luís y lo seduce en el baño de una fiesta, éste le respondió sin protestar agobiado por la droga, y en medio de su nota, mantenía su nombre falso para evitar que la chica supiera quien era. Al salir José Luís de la fiesta, Julia se queda lamentando su mala suerte porque éste se fue con otra chica que también se controló en la misma fiesta y mientras éstos decidían a que hotel ir, los sorprendió un carro descontrolado que era Andrés, el ex-esposo de Julia, tras un ataque de conciencia y desbloqueo del evento en el cual su esposa lo descubrió en la cama con su mejor amigo, quedando muerto de inmediato, Andrés y Gabriela, en los respectivos carros, José Luís salió de su samurai con pistola en mano, pero Jimmy y Willy que pasaban por el lado contrario de la autopista, se devuelven y se acercan a ver que sacan del evento, encontrándose con la reacción del único sobreviviente del accidente, pero terminaron muertos José Luis y willy, tras un intercambio de disparos. Jimmy logró escapar sano y salvo y fue ayudado a escapar –antes de que llegara la policía- por Chuito, quien tras haber terminado su ruta nocturna, se quedó jugando domino con otros chóferes y ya iba de regreso a su casa.

Andrés murió sin saber que su ex, por quien tanto se lamentaba, minutos antes se había entregado al hombre que conducía la samurai contra la que se estrelló. Julia al día siguiente se encontraría con que su ex y su resuelve de la noche murieron en el mismo accidente, mientras que Chuito, que el mismo día había rechazado la propuesta de tener un colector en su unidad, le propuso a Jimmy que trabajara con él en la camioneta como un gesto de ayuda a un muchacho que reflexiona sobre el malandreo, luego de que le matan a su amigo.

Yo particularmente habría montado a Julia en la Samurai y así el encuentro sería más trágico, pero es solo por ponerle drama.

Una historia muy interesante y envolvente y cuando comienzas a entender que un personaje se va a cruzar con otro, no puedes parar de leer; yo lo leí en dos días, pero pasé una noche en ascuas imaginando el desenlace de algo que no estaba enredado, y se enreda al final.

Publicado por la editorial el Perro y la Rana a un precio simbólico, porque es casi un regalo. Pero definitivamente es mucho mejor pagar Bs.F. 2,00 por un libro, antes que sean gratuitos y haya que hacer colas y persecuciones para conseguirlos. Una excelente política para promover la lectura que es digno de aplaudir.