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Antropología y Feminismo

Antropologia y feminismo, es un libro escrito por Henrietta Moore en 2004, y publicado por la editorial Cátedra de la Universidad de Valencia, y el instituto de la Mujer de esa misma universidad. Además está abalado por un comité asesor de las Universidades de: Cantabria, Compútense de Madrid, Valencia, Oviedo y Barcelona.

Logré acceder a esta obra, gracias a la iniciativa de un compañero de clases del doctorado, que en su último viaje a España, tuvo a bien traérmelo junto con otro libro sobre la mujer en la sociedad española que tengo en cola para leer. Cosas como estas son las positivas (entre otras) de investigar en grupo, debido a que, a pese a que cada cual esté realizando un trabajo distinto, todos estamos involucrados, sabemos del trabajo de cada uno y nos apoyamos mutuamente.

Antropología y feminismo, se presenta como un reto de su autora, en reunir dos corrientes de pensamiento que no están de ninguna manera claras, la antropología por su parte, se ha segregado en muchas tendencias que van desde lo social, el sexo, el género y por su parte el feminismo, que es una corriente que se ha desvirtuado desde sus propios inicios y ha sido confundida con un asunto netamente para mujeres, lo que hace que la población masculina se mantenga al margen de sus hallazgos.

En efecto, la autora reconoce que su obra no es ni podrá ser una una crónica exhaustiva y definitiva del feminismo, ni de la antropología y menos entre las relaciones entre ambos, pero si es, una equivalencia entre la critica feminista y la antropología, denotando desde el presente hacia el futuro (sin mirar atrás), la necesidad del estudio antropológico feminista para el estudio de la sociedad.

La obra consta de seis (06) capítulos a saber: Antropología y Feminismo: historia de una relación; Genero y Estatus: la situación de la mujer; Parentesco, trabajo y hogar: Comprender la labor de la Mujer; Parentesco, trabajo y hogar: cambios en la vida de la mujer; mujer y estado; y Antropología Feminista: nuevas aportaciones. En los cuales, la autora desarrolla una revisión antropológica con mirada feminista de la situación social de la mujer en diferentes latitudes, basada en estudios antropológicos y una amplia revisión bibliográfica del tema.

Es de principal preocupación la definición de antropología, feminismo y la relación entre ambos, basada también, en que el estudio femenino, es decir que el estudio que realiza la mujer sobre otras mujeres es completamente diferente al masculino, por cuanto las mujeres tenemos distinto modelos de mundo aplicables a la sociedad; pero esto, genera una gran controversia al momento de definir la antropología como tal, por cuanto esta afirmación califica a las etnógrafas a estudiar a las mujeres y a los etnógrafos a los hombres. No quedando claro el papel de la antropología en la sociedad, por cuanto se convierte en un estudio carente de fundamento, y dependiente de la voz del investigador y no del sujeto investigado.

Sin embargo, la autora no pretende de ninguna manera ser una voz femenina que se alza para defender otras voces silentes, es más bien, una revisión desde una visión feminista, de la situación de la mujer en diferentes latitudes, en relación al trabajo, a la familia, al hogar y por ende a la sociedad.

La lectura de este libro resulta necesaria para quienes se interesen en la verdadera igualdad, por cuanto es una revisión completa de la situación de la mujer en las diferentes culturas, sus escenarios, condiciones, relaciones y problemas, durante la niñez, juventud, madurez y vejez. Se deja en manifiesto también, las diferentes relaciones con los hombres, pasando por los padres, hermanos, maridos e hijos y como éstos asumen una hegemonía tradicional sobre las mujeres.

Se analizan también las diferencias, no solo las palpables sobre genero, sino también las raciales, sociales, étnicas y políticas, reflejando como puede ser la vida de una mujer negra, por ejemplo, que además de las diferencias establecidas socialmente por los hombres, debe afrontar las diferencias raciales.

Por otra parte, dedica una mirada a la relación establecida entre el estado y la mujer, analizando los diferentes tipos de estado, como por ejemplo los estados capitalistas y los estados socialistas en sus diferentes versiones. Todos y cada uno, con una visión que en todas sus políticas afectan la vida de la mujer al regular asuntos como: el matrimonio, la homosexualidad, el divorcio, los hijos, la violación, el aborto en incluso el trabajo. Sin embargo, cada modelo de estado, con una mirada distinta y no por ellos una mejor que la otra, por cuanto, muchos de estos modelos han sido construidos desde la hegemonía masculina, en la que las mujeres con participación o no, han jugado un papel de aceptación de la situación que les corresponde según su cultura.

Es también objeto del libro, el papel de la mujer en el hogar, en el trabajo, en el aporte que ésta otorga a la familia, al matrimonio y como son los sistemas de herencia de bienes en las diferentes sociedades. También vistos desde las diferentes edades de la mujer. Por ejemplo en sociedades en las que las mujeres al casarse heredan las tierras de los padres del marido, es menester mirar la situación en que queda la madre, debido a que las nueras se llevan todas su tierras (así como ellas se llevaron la de sus suegros) y la vejez de estas mujeres puede resultar de suma pobreza (en una etapa de la vida en la que la salud requiere estabilidad), por cuanto el derecho de los hijos a entregarle a sus esposas está por sobre el de los padres.

Finalmente, el libro contiene una serie de conclusiones sobre la importancia de la antropología feminista y los aportes que ésta puede proporcionar a la sociedad, como por ejemplo la eliminación de las diferencias, tanto de género como sociales. Sin embargo, la misma autora reflexiona que puede ser un riesgo por cuanto las diferencias son necesarias. A lo que me sumo, acotando que lo importantes de conocer las diferentes culturas no es mutilarlas a todas para hacer de ellas una sola, sino el respeto de todas y con ello el respeto a la diferencia.

No Quiero

No tengo nada que consultarle a mi almohada
Mi decisión es no hacer nada

Me quedo en mi mundo encerrada
Permanezco en mi vida sosegada

No te puedo negar lo que generas
No voy ocultar mis fantasías
Cuando te veo, se me ven en la mirada
Y cuando me rosas se desvanece mi negativa

Pero esa sensación desaparece en tus manos
Vuelve la seguridad y me voy
No quiero quedarme

Tu allá y yo aquí
Así me sirve, así si quiero

No quiero lo que me ofreces
No quiero un para siempre
Me quedo en mi mismidad

Tal vez…
Seguro …
Que voy a visitarte

Es probable que veamos un anochecer
También es probable que me quede hasta el amanecer
Pero antes del nuevo atardecer, me iré.

Lo repetiremos
Pero me iré,
Siempre me iré

No quiero quedarme,
No quiero un para siempre
No quiero un todos los días.

No voy a engañarte
No veo esperanzas de cambiar
No voy a usarte,
Y si esto hace daño,
Tampoco quiero
Seguiré encerrada
En mi mundo sosegada.

Fin del tratamiento psiquiátrico

Después de seis meses bajo tratamiento y vigilancia medica, causada por una profunda depresión, producto de una reacción inesperada ante un hecho de la vida. La semana pasada terminé mi tratamiento para la depresión.

Cuando inicié la consulta con la psiquiatra tenía más de una semana sin poder dormir, además de una situación insostenible de llanto y pánico a la soledad. Inicié tomando pastillas para dormir, para despertarme, para no llorar y para concentrarme; se trataba de 3 pastillas al día con una fuerte carga de antidepresivo que me permitieron seguir adelante. Además de la consulta psicológica y el afecto de mis seres queridos que en ese momento se multiplicaron de manera insospechada.

Comencé aceptando mi situación, perdonándome a mi misma (advierto que no he perdonado a mas nadie) por haberme equivocado, por ser ciega ante los mensajes de la vida, por no saber elegir, por entregar más allá de lo que me podían devolver y por creer en la buen fe de los demás como si fuera yo misma, por no entender que el bien y el mal no está mas allá de los genes, de la crianza, de la vida y el pasado de la gente y por aceptar lo inaceptable. Me perdoné enamorarme de la “persona” (asumiendo que todos los seres humanos se pueden llamar persona) equivocada.

Esta parte me ayudó a aceptarme por encima de los demás, a procurar mí bien ante todo y todos, a conocerme, a ver en mí misma lo que mas nadie podrá ver y por su puesto a “aceptar” mi situación.

Afortunadamente, esa manera obtusa (tal vez) de asumir las cosas, no fueron causas para considerarme loca (como si lo hace quien me agredió) y mi medico consideró que ya no requería seguir tomando los antidepresivos que a bien tuvieron de sacarme de mi crisis profunda.

Hablaba yo con la doctora y le comentaba que mi vida se dividía en 2. Una parte antes de la crisis y la que ha llegado después de ésta. Tal como me lo decían muchas personas, eso iba a pasar y siempre lo mejor es lo que pasa. En efecto, considero que estoy viviendo un momento muy interesante, de completo éxito laboral y en crecimiento vertiginoso de lo académico, que no es producto de lo que generó la depresión, pero si lo es, de mi manera de asumir las cosas.

Dejar de tomar pastillas antidepresivas no es de ninguna manera fácil, por mi parte, a pesar de tener 6 meses en tratamiento, y de sentir el cambio al primer mes, de poder dormir con tranquilidad, de que habían pasado las ganas profundas de llorar, y de que el médico me fue reduciendo las dosis en cada consulta, después de la crisis fuerte; sentía una especie de adicción a seguirlas tomando.

Con las de dormir pasé un mes, y me cambié de tranquilizante debido a que uno de ellos me durmieron el cuerpo pero yo seguía despierta sin poderme mover, llorando y asustada por su puesto. Ya después las toleré y las correspondientes al sueño me las fui quitando poco a poco, bajando la dosis, y luego tomando la mitad de las más bajas.

Luego, llegó el momento que me quedaba dormida en todos lados, volví a tomar café y comencé a comer normal. Junto con eso, llegó el momento de seguir bajando dosis y desde abril, solo tomaba una pastilla que por su composición no puede dejarse de tomar rápido ni tampoco se puede administrar por poco tiempo.

De ésta, fui bajando los miligramos, y ya en la última etapa me las tomaba un día si y un día no. Con todo y eso, cuando terminé sentía mareos, que me perseguían o escuchaba pasos a mi lado. Resistí a todas esas sensaciones sin volver a recurrir a ellas, y ya con una semana sin tratamiento me siento completamente normal, duermo con tranquilidad, tengo ánimos de leer, de hacer ejercicio y llevar la vida sin complicaciones, tampoco acepto presiones de ningún tipo, y sobre todo, vivo en plena aceptación de mi misma. Por lo que no necesito que nadie me quiera mas allá de lo que me quiero yo misma.

ESTRUCTURAS DE LAS REVOLUCIONES CIENTIFICAS

Siguiendo recomendaciones de mis facilitadores del doctorado, leí a Thomas Kuhn en “Estructura de las Revoluciones científicas”. El autor de este libro, fue un físico destacado, que revolucionó no solamente el campo de la física, sino en todas las ciencias y más aún, en la epistemología, con su estructura.
Lo hizo a través de la Estructura de las Revoluciones científicas”, con una investigación y análisis a fondo de los cambios de paradigma que han aceptado históricamente los científicos de todas las áreas, especialmente sus colegas físico, los químicos y biólogos de la ciencia.
Dice Kunh no estar proponiendo un nuevo paradigma; sino estar haciendo una revisión retrospectiva de como la ciencia ha llegado hasta el lugar que ahora tiene. Pasando por los descubrimientos que han contribuido en el cambio de pensamiento de todas las comunidades científicas establecidas. Para ello, hace referencia al pensamiento griego de Aristóteles y Platón, de como esas primeras ideas, marcaron las estructuras de la época, y como todos eran capaces de ver los fenómenos naturales de la misma manera, debido a que esas estructuras de pensamiento eran completamente aceptados por las comunidades científicas durante algunos años y como esas ideas aceptadas por la comunidad, han sido posteriormente actualizadas, extendiendo el conocimiento de aquellos que el paradigma exhibe como reveladores. Es decir, aumentándolo la medida en que los hechos encajan con las predicciones del paradigma, así como articulándose más aún el paradigma mismo.
En esa misma medida, hace una mirada a los cambios de pensamiento de las estructuras aceptadas como normales, y de cómo las comunidad de científicos se resisten y tras años después de sus descubrimientos, es que son aceptadas, demostrando con los hechos históricos vividos por Newtom, Einster, Lavosier, y otros, que la ciencia no siempre atiende al descubrimiento de la verdad; sino que atiende a las expectativas del Paradigma Vigente. y un ejemplo de ello, son los autores antes citados; que tuvieron una visión diferente de la realidad y sus teorías no fueron aceptados por sus comunidades, sino por posteriores generaciones científicas.
Un ejercicio interesante que propone el autor es el realizado por un grupo de psicólogos a un grupo de personas; que consistía en hacerles reconocer un grupo de cartas de Naipes y entre ellas colocar cartas erradas; el resultado fue que las personas no notaban diferencia alguna entre las cartas correctas y las intencionalmente erradas. Pasa en este ejercicio, que la manera de ver, de las personas está acostumbrada a que las cartas posean ciertas características, y al ver otras diferentes, los cambios se hacen imperceptibles; porque la estructura lógica no ha asimilado que pueden haber cartas erradas.
Lo mismo ocurre con los científicos, están siempre acostumbrados a ver los fenómenos desde un cristal y cuando se les presenta una visión diferente la tendencia es a mejorar y defender la postura paradigmática vigente.
Ahora bien. Si todos los científicos se comportaran de esa manera, ¿Cómo Einster, Newtom, Lavosier, Galileo, entre otros, lograron ver los fenómenos de manera diferente? Podríamos decir que un Paradigma tiene un período en el cual responde a todas las preguntas de una comunidad científica, pero posteriormente llegamos a la imperante necesidad de ver las cosas desde otras perspectivas.
Apunta Kunh, que ocurre igual con todas las ciencias incluso en las ciencias sociales, donde las tendencias a resolver los problemas obedece a la manera en que las comunidades científicas ven las soluciones, notándose entre las sociales y naturales una diferencia en la selección de los problemas debido a que en la física se resuelven en la medida que se van presentando, mientras que en las ciencias sociales los problemas son buscados, como por ejemplo estudiar la pobreza, la descentralización o la gerencia.
En Efecto, la estructura de las Revoluciones pensadas por Kunh ocurre, tanto para la física como para la economía, administración o educación. Sin embargo su interpretación se encuentra centrada en las ciencias naturales y por asociación se asume que es de igual incidencia para las ciencias sociales, entendiendo que el comportamiento de las comunidades científicas es igual para todas las ciencias.
Y así lo es. Debido a que después de que Kunh publicar este libro, despertaría el interés de todos los científicos en interpretar los paradigmas de sus ciencias y ha sido objeto de análisis que permiten determinar coincidencias paradigmáticas en iguales momentos, para distintas ciencias. Existen críticos que aseguran que Kunh murió son conocer los resultados de su revolución, y su aporte a la epistemología, debido a que, aunque se generen nuevos paradigmas, que él no haya interpretado, su visión de la realidad permite entender el momento histórico en que vivimos.


Las páginas de la histórica científica que conocemos y que tradicionalmente aceptan las comunidades de todas las ciencias, ha sido escrita por hombre. No conforme con eso, tanto en las ciencias naturales (mucho mas en ésta ), como en las sociales la historia ha sido escrita por hombre. desde sus visiones, percepciones y pensamientos.
Juzgar la veracidad o cientificidad desde una perspectiva de género, sería entrar en una polémica a la cual no quiero dar pie. Pero propongo dar una mirada a la historia de la filosofía y el conocimiento, desde el papel de la mujer, debido a que nuestra mudeza silencio científico no se debe a nuestra incapacidad de hacer ciencia, de contribuir texto o pensar en aportes a la sociedad o al descubrimiento de la naturaleza. Se debe más bien- a mi manera de ver a la imposibilidad que generan las leyes científicas creadas por hombres de construir teorías y que éstos sean aceptados por la comunidad cientifica.
En lo particular , prefiero no hablar , de las razones por las cuales las mujeres ocupamos pocos ( o ninguno) espacios en las comunidades científicas reconocidas, conscientes de que nosotros llenamos los salones de clases de todas las universidades hoy en día y en esa misma mediada ocupamos mayores espacios en las promociones de profesionales (en muchas áreas) en las de estudios de cuarto nivel y doctorados. Así como también en el ejercicio de las funciones. Pero a la hora de producir teorías, ha de ocupar cargos gerenciales, el reporte de la mujer pasa a la inversa para darle paso el sexo masculino.
¿Cuál es la razón?, ¿Por qué la estadística no nos favorece en estos casos?
He dicho que no me gusta hablar al respecto, pero para este documento lo voy a hacer a fin de llegar a comprender un tanto la importancia de nuestro pensamiento en la ciencia.
La principal razón que desde hace 40 años se ha manejado es: “lo que pasa es que la mujer a la larga se dedica a los hijos” o “ las mujeres cuando quieren cuidar a sus familias no pueden dedicarse de lleno al trabajo o al estudio” agrego Yo, menos a la ciencia. Otra podría ser “hay asuntos que no son de mujeres”, o la “la ciencia no tiene género”.
Las anteriores, representan la razón por la cual prefiero cambiar el tema ante una pregunta como la que yo misma he formulado. y es que son mas comunes de lo que nos podemos imaginar y solo en una estructura de pensamiento patriarcal es posible, dichas aseguraciones.
Sin ecuanon , puedo asegurar que: ninguna de las anteriores son la respuesta, sumándole puntos a otras posibilidades; tales como: La manera de hacer ciencia se ha venido heredando de generación masculino en generaciones masculina. Las leyes científicas han sido entendidos, interpretados, manipulados, y explicados por hombres.
Tal vez, sin intención de excluirnos, pero, alejándonos de toda posibilidad de adaptarnos a sus interpretaciones .
¿Cómo entonces existen mujeres como--------------------------?
Lo anterior no quiere decir que las mujeres no poseamos capacidades interpretativas de la actual ciencia, ni muchos menos que tenemos incapacidad de construirla pero si, es facil asociar la escasa participación nuestra, en dichos asuntos a la manera en la que los paradigmas vigentes nos quieren hacer ver las cosas.
A mi manera de ver, es facíl entender, la razón por la cual una mujer prefiere leer poemas o notas de filosofía o la razon por la cual se enfocan en la hermeneútica para investigar y es que; nuestra manera de ver, sentir y percibir enfocada a los sentimientos, las emociones y pasiones.
Mientras que los hombre, estan centrados en el razonamiento, las responsabilidades, los compromisos.
¿Estoy proponiendo una postura científica para hombres y otra para mujeres.?
No. no se trata de convertir esto en un asunto o pelea de genero. se trata más bien de persistir una visión verdaderamente holística, capaz de construirse desde en nuevas reglas y manera de ver.
Podríamos también, relacionar la incorporación de la mujer en el ámbito laboral, en la universidad, la invencion de las pastillas anticonceptivas, como elementos claves en nuestra libertad de decisión sobre nuestro cuerpo, nuestro futuro y aunado a ello de nuestros emociones, debido a que en casos anteriores a estos, debíamos depender economicamente, intelectual y físico de un hombre “sea padre o esposo” a merced de sus posibilidades o necesidades.